Elige productos de granos enteros

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Septiembre es el mes de los Granos Enteros. Seguramente has escuchado algunos de los beneficios de consumir granos enteros o cereales integrales, pero ¿sabes cuál es la diferencia entre un cereal integral y una harina refinada?
El consumir cereales integrales te puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ayuda a tu digestión, entre otros beneficios. Procura que al menos la mitad de los alimentos del grupo de los cereales que consumes durante el día, sean de granos enteros.
El grupo de los cereales incluye todos aquellos productos hechos a partir de un cereal o grano como el trigo, el centeno, la avena, el arroz, el maíz, entre otros. Los cereales pueden ser enteros (integrales) o refinados. Los cereales enteros son aquellos que mantienen todas las capas del grano (la cascarilla o salvado, el germen y el endospermo). Ejemplos: harina de trigo entero, harina de avena integral, hojuelas de avena integral, harina de maíz integral, arroz integral o arroz salvaje, palomitas de maíz naturales sin sal y sin grasa añadida, cereal de trigo entero, cebada de grano entero,  centeno de grano entero, pan integral, galletas integrales, pasta integral, tortilla de harina integral, pan árabe integral, amaranto.
Se les llama cereales refinados cuando los granos son molidos, removiéndoles la cascarilla y el germen para darles una textura más fina. El problema de que sean refinados es que se les están quitando nutrimentos como el hierro, vitamina B, vitamina E y selenio contenidos en el germen, así como la fibra dietética del salvado; los cuales tienen potenciales beneficios para la salud. Lo que queda del grano en un cereal o harina refinada es el endospermo, el cual es rico en almidón (hidratos de carbono). Ejemplos: pan blanco, bolillo, tortilla de harina, arroz blanco, pasta, pretzels, cereales de caja no integrales, pastelillos, pan dulce, frituras y galletas. Hoy en día muchos de estos cereales o productos de harinas refinadas son adicionados o enriquecidos con hierro y vitaminas después de ser procesados. 
Muchas harinas también son fortificadas con ácido fólico, el cual es indispensable antes y durante tu embarazo para prevenir defectos del tubo neural en tu bebé.
Los distintos tipos de vitamina B que aportan los granos enteros ayudan a la liberación de energía, intervienen en la función del sistema nervioso, ayudan en la formación de células sanguíneas y ayudan en la formación de tejidos.
El selenio es un importante antioxidante y ayuda al sistema inmunológico.
El hierro te ayuda a prevenir anemia.
Algo que debes tener en cuenta es que no todos los productos que tienen salvado son cereales integrales, ya que recuerda que el cereal integral es el que conserva las tres partes del grano. Aunque el producto contenga cantidades importantes de salvado o fibra, no necesariamente tiene los otros componente del grano que contienen importantes nutrimentos. Los productos con etiqueta “multigrano”, “100% trigo”, “7 granos” o “salvado o bran” no necesariamente son de granos enteros. El color oscuro tampoco es indicación de que sea de grano entero, ya que puede ser por otros ingredientes añadidos al producto.
Así que la próxima vez que compres un producto hecho a base de un cereal,  fíjate en la etiqueta de información nutrimental para asegurarte de que sea de granos enteros o integrales; o que por lo menos esté adicionado o enriquecido con vitaminas y minerales.

Dra. Ana Greene Gondi
Médico especialista en Nutrición Clínica y Educación Perinatal
Fuentes:
American Dietetic Association (www.eatright.org)
Cereal Partners México (www.cerealintegral.com)


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